¿Qué es la enfermedad de la arteria coronaria?
Cada año, a millones de pacientes se les diagnostica alguna forma de enfermedad coronaria, y una de las más comunes es la arteriosclerosis.
En el 32 % de los casos de todo el mundo, la enfermedad cardiovascular fue la principal causa de muerte.[1]
La arteriosclerosis suele denominarse «estrechamiento de las arterias». Se refiere a una acumulación gradual de depósitos de grasa dentro de las arterias que provocan que estas se estrechen o incluso se obstruyan. Cuando este proceso se produce en las arterias coronarias, se denomina arterosclerosis coronaria o enfermedad de la arteria coronaria.
Cuando se forman depósitos de grasa (también llamados placas) en el revestimiento de estas arterias, pueden ocurrir varias cosas:
- El revestimiento de la arteria se vuelve más grueso y rugoso.
- La acumulación de placa reduce la abertura a lo largo de la arteria.
- El estrechamiento dificulta que la sangre fluya a través de la arteria.
- El corazón tiene que esforzarse más para bombear sangre.
- La placa puede acumularse hasta el punto de bloquear completamente el flujo de sangre por la arteria.
- O la placa puede «romperse» o desprenderse de la pared arterial causando un bloqueo parcial o completo de la arteria. Esto también puede impedir que se suministre sangre al músculo cardíaco.
Si una o varias arterias se bloquean, el tejido cardíaco no recibe el suministro de sangre que necesita para funcionar. Los resultados pueden ir desde dolor torácico leve (angina) hasta un ataque cardíaco grave.
¿Cómo tratar la enfermedad de la arteria coronaria - CAD ?
Una de las opciones de tratamiento para las personas diagnosticadas con enfermedad de la arteria coronaria es la cirugía de bypass de arterias coronarias (CABG), un procedimiento de cirugía cardíaca que restaura el flujo sanguíneo.
Durante más de 50 años, la cirugía de bypass de la arteria coronaria (CABG) ha sido el tratamiento estándar para la revascularización de pacientes con enfermedad de la arteria coronaria.[2]
¡Una enfermedad cardiovascular puede ocurrir en cualquier parte!
Prevalencia de casos diagnosticados de enfermedad cardiovascular[3]
Pero el número de anastomosis por bypass para los procedimientos de revascularización del corazón realizados difiere ligeramente.[4]
Un nuevo reto para el cirujano cardíaco
Los cambios actuales en el estilo de vida y la edad avanzada conllevan un mayor perfil de riesgo para los pacientes con CABG y varias comorbilidades. Esto contribuye a aumentar la complejidad quirúrgica, las complicaciones perioperatorias y los costes.[5]
Más del 30% de los pacientes que se presentan a una cirugía de CABG se consideran de alto riesgo.[6] Para algunos de estos pacientes de alto riesgo se han previsto tasas de morbilidad y mortalidad superiores al 80 %.[7]
Cada paso de la vía clínica ayuda a lograr una cirugía exitosa y una buena recuperación
Estabilización preoperatoria
La medicina basada en evidencias sugiere que los protocolos clínicos preventivos, que incluyen la monitorización avanzada del paciente y una estrategia de protección miocárdica, pueden ayudar a evitar complicaciones en los procedimientos y reducir la duración total de la estancia hospitalaria.[8], [9]
Tratamiento intraoperatorio
Optimizar el tratamiento operatorio puede ayudar a minimizar las complicaciones quirúrgicas. Desde la administración de la anestesia, tanto si se trata de una cirugía a corazón abierto o un enfoque para ayudar a un corazón que falla, el uso de la herramienta adecuada puede ayudar a reducir las complicaciones, el tiempo de ventilación y los costes hospitalarios.
Recuperación postoperatoria
El síndrome de bajo gasto cardíaco y la ventilación mecánica prolongada son complicaciones postoperatorias habituales y costosas tras una cirugía de CABG.[2],[10]